Uno puede en la linea de tiempo de nuestra vida, conocer mucha gente, pero una de las personas que mas provecho puedes sacarle dentro de tu aprendizaje social, son aquellos profesionales del volante y de la vida llamados taxistas.
Dentro de la semana, utilizo varios taxis y cada uno de ellos me deja una reflexión veamos:
Lunes: cansado por el dia de labores y ansioso de llegar a un lugar tomo un taxi para acelerar mi llegada, un tipo 40 años como minimo, con marcas por el kilometraje ya vivido en su cara, empezamos la negociacion, logro rescatar para mi bolsillo 0.50 ctvs , sirve de mucho en estos tiempos, suena en la radio una de esas cumbias que habla de animales y mujeres con doble sentido, siento curiosidad por unos pequeños escarpines (zapatos de bebes) colgados en el espejo; y sin dejar de ver la calle y entre puteada y corajes con los demás carros me cuenta que son uno de sus nietos, y que por cuestiones dice el de "pendejadas de jovenes" su hijo no tuvo los cojones para hacerse cargo y el abuelo metió el pecho para criar a su nieto, y la curiosidad en mi cabeza se encendió y no podía bajarme sin preguntarle que paso con su hijo, y me contesta algo de lo cual difícilmente me olvide, (lo escribo literal)".. la arrechera es algo de hombres-me afirma- y uno debe ser responsable hasta para saber meter el guevo.."; lo veo, reflexiono y sonrio aprovecho la roja del semáforo y me quedo.
Viernes: voy de visita y la noche me agarro, así que cojo un taxi, el precio me parece correcto y subo enseguida, el chófer debe tener 30 y tantos años, su celular suena y contesta un discusión breve y cuelga, en ese momento como si todo un monologo empieza hablar y me toca escuchar (la verdad no tenia ganas de hablar así que no me molesto), había echo su vida hace tiempo de la cual había procreado 2 hijos, pero el detalle estaba en que había fallado, nunca contó su falla solo dijo que fallo, y su esposa lo había dejado, esta desconsolado y yo paniqueado me preguntaba en que momento le daba deseos de suicidarse y yo paga los platos rotos, pero continuo su historia nada extraño, la normal historia de fracaso matrimonial, pero llega un punto en el que comenta algo que aun ronda en mi cabeza, ya se acercaba mi quedada y le pregunto porque no olvida todo y empieza de nuevo y me responde: "...es fácil dejarlo todo atrás y pensar que no paso, pero paso y uno debe olvidarse del inicio para poder ponerle un fin, y mi principio aun sigue escrito en mi corazón .."; me quede y pensé y aun sigo pensando.
Todos somos un mundo distinto, pensamos, hablamos y hasta puteamos distintos, esta vez me toco escuchar aquellos taxistas, pero esos mismo taxista con toda seguridad deben saber la vida y historias de muchísimas personas y no porque sean "sapos", sino que a veces cuando te subes a un taxis no solo contratas una carrera, también contratas una sesión de terapia.
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