miércoles, 15 de mayo de 2013

Dulce Injusticia

Sentado en una banca del malecon, con problemas como cualquiera y enamorado como pocos, disfrutaba de la compañia de alguien especial, de pronto la cara sucia de un niño con una bolsa de caramelos envueltos de esperanzas y una sonrisa blanca de fe, se pone frente a mi, en este punto ustedes deduciran que compre los caramelos y que la historia es feliz y todo lo demas, pero no es asi y sabran porque.

Aquel niño, un negrito de nomas de 8 años jugaba con una botella de agua llena de piedras pequeñitas, pequeñas como las oportunidades que tiene para tener una vida normal, su voz gruesa anormal para su edad debido a los gritos que implica su pequeño oficio se dirige hacia mi." señor porfavor me puede comprar unos caramelitos..."; yo respondo que no deseo comprar, se queda callado agacha la cabeza y vuelve  insistir,"compreme los caramelitos", lo veo, pienso y empiezo con el una de las conversaciones mas viscerales que he tenido.

Yo: Como te llamas?
el: Victor
Yo: Porque estas vendiendo eso?
el: es que tengo cinco hermanos y mi mama no alcanza para darnos de comer a todos
yo: y tu mama donde esta?
el: esta mas alla, ella tambien vende
yo: y tu papa?
el:...(no me responde y vuelve a insistir en que le compre los caramelos)
yo: NO te voy a comprar porque  no se que vas hacer con el dinero
el: que piensa que voy a hacer con eso?
yo: no se talvez tu mama te obliga que vendas para beneficio de ella
el: compreme unos dos..
yo: no te compro porque tu deberias estar en la escuela y jugando como cualquier niño
el: que piensa que voy a comprar goma (sirve para drogarse)
yo: no lo se, pero tus papas no deberian ponerte a trabajar
el:...( el silencio lo acompaña )
yo: no te voy a comprar porque eso no es ayudarte, es fomentar algo malo
el:...( me mira fijamente, lo llaman otros niños y se pierde entre la gente)

Por que visceral diran, porque la rabia llenaba mi cabeza y mi corazon luchaba con mi conciencia, era facil meterme la mano en el bolsillo, pero mi conciencia decia que esa dinero no podria tener un fin bueno, y entonces porque contar esto que acabo de escribir, quiero dejar el mensaje que la pobreza no se combate con limosnas, el cambio es mas profundo, el cambio es mas radical, es cambio es una quimera; o puede ser que sea mi conciencia la que pudo desahogarse.

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