En un día cualquiera en una ciudad cualquiera, tomo el bus
que me lleva entre curvas y baches a mi caleta, desde el momento que piso el interior
del bus el ambiente se cambia, el olor a tuercas, aceite quemado, grajo, pedos
atrincherados invaden mi nariz, enseguida las miradas se vuelven hacia mí, las más
veteranas se sacan los anillos y los guardan en el pantalón , otras el teléfono
de forma mágica va parar debajo del sostén, uno que otro guarda su teléfono cerca
de donde dicen ellos está su “hombría” y
el resto solo asiente la cabeza y como por arte de magia el sueño los invade,
es hora pico así que el carro está relativamente lleno, encuentro un puesto
libre al fondo, donde dicen: “al fondo no, está lleno de batracios”.
Ya sentado tengo una vista inmejorable de cada una de las
historias que se escuchan dentro de un bus, aunque el cansancio es fuerte y el
sueño casi me vence, empieza el show; primero sin que nadie se dé cuenta la música
de la radio baja y un hombre empieza su disertación
casi perfecta de cómo la vida le pego una de esas puñetizas de las cuales no te
puedes levantar, y enseña como sustento un papel, cierto o falso; cada una saca
sus conclusiones, sobre uno o dos familiares que están postrados en una cama de
algún hospital, la mayoría del bus hace caso omiso están preocupados de sus
problemas dicen algunos, el desdichado hombre recorre el pasillo extendiendo la
mano esperando la voluntad de alguno....casi de manera inmediata se escucha la radio
de nuevo.
Ya en ese proceso en el cual esperas que tu frente no golpee el asiento de adelante causa del poderoso sueño, el volumen vuelve a bajarse esta vez la persona esta de mejor ánimo incluso su tono sabroso denota que propósito tienen su presencia, empieza la solicitud, su deseo que le compren el productos, su estrategia y sin que nadie la notara otro persona parada en la parte de atrás te induce con estrategias de venta dignas de un seminario de la cámara de comercio, que sueltes tu dinero y lleves la gran oferta, ahora si la gente más atenta saca uno que otra moneda y evita alguna puteadita encubierta de parte del vendedor , de pronto de manera tan frágil el volumen sigue sonando, mi hogar esta cerca.
Ya listo para recibir el calor de mi casa a unas cuadras, mi oído se pone atento a una tensa conversación de una pareja, todo normal pero hay algo que me llama la atención, la discusión se centra en cómo hacer para que nadie se dé cuenta que llegan juntos , el propone ideas tan descabelladas y ella solo asienta con la cabeza, está cerca la parada que me toca y de pronto una mirada tan intensa que llego a detectarla cae sobre mí, y una mano tan ligera se extiende con un papel con el título “el final se acerca arrepientete”, lo tomo; toca bajarme y salgo de ese mundo de historias buseteras ... detrás mío baja uno de los actores de historia de amor que había presenciado, y de pronto escucho un saludo casi sin ganas que sale de él, resulta que era alguien que conocía...alguien del cual su historia ya se había escrito antes.
Por cierto yo soy el sapo....
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